Voy a tratar de explicarlo con su obra prima, la cual tengo en estos momentos en mis manos.
El disco, que acaba de llegar a mi casa por correo certificado, después de haberlo solicitado hace no más de 4 días a la tienda "Tipo", no tiene ningún desperdicio. Lo llevo diciendo mucho tiempo, prefiero un disco con 8 ó 10 canciones buenas, y escucharlas todas con el mismo entusiasmo, a esos discos interminables, que se hacen infumables, tan heterogéneos en la calidad de sus canciones, que algunas de ellas no se volverán a escuchar nunca más en la vida.
Valdés, es el título de un gran disco, que contiene en su interior 8 temas, perfectamente compuestos, cantados e interpretados por su propio autor, que también se hace llamar Valdés, tomando el nombre de su segundo apellido.
Valdés, nos hace su presentación, con una portada enigmática, un sombrero de copa en primer plano, dejando entre ver sólo los ojos del artista. Parece como una invitación a curiosear en lo que se esconde tras esa mirada, y una vez que mostramos esa osadía, el artista se saca de la chistera sus canciones, en las que a veces, nos hace pensar que ha hecho un pacto con el diablo en aquel cruce de caminos... pues su canciones dejan ese regusto a blues clásico acomodado a los sonidos actuales, por lo que le da un aire muy apetitoso y fresco a todo el conjunto de la obra.
La primera canción, pone el listón muy alto, pues es una impronta general de lo que va a ser el disco en su conjunto, una base de rock, con algo de influencia pop, con guitarras en algunos momentos muy "blueseras", y los instrumentos de viento acoplados perfectamente al conjunto de la canción. ¿Y la letra?, la letra de la canción es para hacernos reflexionar, pues va dedicada a la terrible enfermedad que nos deja sin recuerdos, de ahí el nombre del tema "Recuerdos olvidados", primer single del disco y cuyo vídeo clip ha sido utilizado por CEAFA (Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer) como programa de apoyo y sensibilización a dicha enfermedad.
Pero claro, para no bajar ese listón, en el segundo tema, en la canción que lleva por título "Fuego", ya metidos en sonidos puros de buen blues, aparece una segunda voz, para darle ese puntito de glamour al disco, como diciendo que Valdés sabe codearse con los grandes, y es que aparece la voz del maestro Campuzano, "Sherpa", el cual se marca un feat memorable con el protagonista de hoy, Valdés.
Extraordinaria cadencia es la que recorre todo el tema titulado "Perdiendo el Norte", en el que también se hace acompañar por su compañero y amigo Sergio Rivas(Sinfonity, Sherpa), haciendo un tándem guitarristico de tremenda calidad, y con Jesús Arispont (Def Con Dos) al bajo.
"Tantos sueños", es simplemente una canción preciosa, la que más se acerca a una balada, pero de nuevo con ese acento puesto en las guitarras que le dan un toque muy especial.
La siguiente canción se titula "De borrachera". A mi me encanta, marcha contenida para una letra con mucha intención, y un punteo al final de la canción, largo y trepidante.
"Alza la voz", es un tema muy potente, posiblemente se acerque a un sonido quizás cercano al rock duro, pero siempre con la cadencia y unos riff de auténtico blues, y no digamos la armónica con la que se acompaña el tema.
Un poco más pop es "Soltando lastre", pero con un estribillo muy bueno y una letra muy conseguida en los casi cuatro minutos que dura esta buena canción.
La última composición que nos trae Valdés es la que lleva por título "A partir de aquí", con mucha marcha y de nuevo con el talento y el equilibrio que mantiene todo el disco en su conjunto.
Además de las colaboraciones nombradas, también participa en el disco Luis Cruz (Topo, Sinfonity, Sherpa) y Pako Blues. Y la banda que soporta este disco y la que defenderá el mismo en sus actuaciones en directo está formada nada más y nada menos que por Hermes Calabria a la batería, Adrián Melogno al bajo y Sergio Rivas y el propio Valdés a las guitarras.
Y ahora que ya sabemos que Valdés es un cantante y guitarrista, compositor de sus propias canciones que acaba de sacar su primer disco en solitario de título homónimo al propio artista, y ahora que sabemos que este disco tiene una categoría algo especial que lo lleva a convertirse en la sorpresa positiva de este año para el rock de nuestro país, es ahora, cuando podemos comentar, para no contaminar el mensaje, que Valdés no es alguien nuevo en el panorama musical español.
Por tanto, volvamos a indagar en quién es Valdés. Valdés, segundo apellido del músico en cuestión, responde al nombre de Marcelo Calabria Valdés, y es hijo del mítico batería de Barón Rojo, Hermes Calabria. Hizo sus primeros pinitos musicales en "Genético", grupo que crearan Rubén Melogno y Hermes Calabria con sus respectivos hijos, de ahí lo de genético. Más adelante Marcelo formaría junto con otros amigos el grupo ConMora, con el que hemos disfrutado de un rock bronco y sin cortapisas en discos muy meritorios, como "Licor de Rock and Roll" y "De babor a estribor". Marcelo, además, lleva varios años formando parte de la actual banda de Sherpa, con la que comparte escenario con la otra mitad de "Barón Rojo" (Hermes y Sherpa) y su amigo Sergio Rivas. Y ahora, tras un amplio bagaje,Valdés ha querido dar el paso y hacer su propio repertorio, el cual a día de hoy lo ha conseguido con un trabajo de altísima calidad, cuyo resultado es éste "DISCO" en mayúsculas. Disco que hoy os presento, simplemente porque me ha gustado, porque me ha llenado, y porque me ha sorprendido, por ese aroma a "bluesman" en el que va envuelto, además de venir presentado con unas letras muy acertadas. Un álbum en el que el artista ha dado rienda suelta a sus inquietudes musicales más personales, sin ningún tipo de complejo, y a eso no estamos acostumbrados en estos tiempos en los que actualmente vivimos, y es de agradecer que haya músicos que nos brinden discos como éste, aún alejándose de lo que reclama el clamor popular.
Por ello, mi beneplácito a este disco con enorme sabor a bluesman y mi deseo de continuidad a esta carrera. Buena suerte Marcelo, buena suerte Valdés.
Valdés, nos hace su presentación, con una portada enigmática, un sombrero de copa en primer plano, dejando entre ver sólo los ojos del artista. Parece como una invitación a curiosear en lo que se esconde tras esa mirada, y una vez que mostramos esa osadía, el artista se saca de la chistera sus canciones, en las que a veces, nos hace pensar que ha hecho un pacto con el diablo en aquel cruce de caminos... pues su canciones dejan ese regusto a blues clásico acomodado a los sonidos actuales, por lo que le da un aire muy apetitoso y fresco a todo el conjunto de la obra.
La primera canción, pone el listón muy alto, pues es una impronta general de lo que va a ser el disco en su conjunto, una base de rock, con algo de influencia pop, con guitarras en algunos momentos muy "blueseras", y los instrumentos de viento acoplados perfectamente al conjunto de la canción. ¿Y la letra?, la letra de la canción es para hacernos reflexionar, pues va dedicada a la terrible enfermedad que nos deja sin recuerdos, de ahí el nombre del tema "Recuerdos olvidados", primer single del disco y cuyo vídeo clip ha sido utilizado por CEAFA (Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer) como programa de apoyo y sensibilización a dicha enfermedad.
Pero claro, para no bajar ese listón, en el segundo tema, en la canción que lleva por título "Fuego", ya metidos en sonidos puros de buen blues, aparece una segunda voz, para darle ese puntito de glamour al disco, como diciendo que Valdés sabe codearse con los grandes, y es que aparece la voz del maestro Campuzano, "Sherpa", el cual se marca un feat memorable con el protagonista de hoy, Valdés.
Extraordinaria cadencia es la que recorre todo el tema titulado "Perdiendo el Norte", en el que también se hace acompañar por su compañero y amigo Sergio Rivas(Sinfonity, Sherpa), haciendo un tándem guitarristico de tremenda calidad, y con Jesús Arispont (Def Con Dos) al bajo.
"Tantos sueños", es simplemente una canción preciosa, la que más se acerca a una balada, pero de nuevo con ese acento puesto en las guitarras que le dan un toque muy especial.
La siguiente canción se titula "De borrachera". A mi me encanta, marcha contenida para una letra con mucha intención, y un punteo al final de la canción, largo y trepidante.
"Alza la voz", es un tema muy potente, posiblemente se acerque a un sonido quizás cercano al rock duro, pero siempre con la cadencia y unos riff de auténtico blues, y no digamos la armónica con la que se acompaña el tema.
Un poco más pop es "Soltando lastre", pero con un estribillo muy bueno y una letra muy conseguida en los casi cuatro minutos que dura esta buena canción.
La última composición que nos trae Valdés es la que lleva por título "A partir de aquí", con mucha marcha y de nuevo con el talento y el equilibrio que mantiene todo el disco en su conjunto.
Vídeo Clip de "Recuerdos Olvidados"
(Versión algo más corta para medios de comunicación)
(Versión algo más corta para medios de comunicación)
En el disco, Valdés nos ofrece las 2 versiones.
Además de las colaboraciones nombradas, también participa en el disco Luis Cruz (Topo, Sinfonity, Sherpa) y Pako Blues. Y la banda que soporta este disco y la que defenderá el mismo en sus actuaciones en directo está formada nada más y nada menos que por Hermes Calabria a la batería, Adrián Melogno al bajo y Sergio Rivas y el propio Valdés a las guitarras.
Y ahora que ya sabemos que Valdés es un cantante y guitarrista, compositor de sus propias canciones que acaba de sacar su primer disco en solitario de título homónimo al propio artista, y ahora que sabemos que este disco tiene una categoría algo especial que lo lleva a convertirse en la sorpresa positiva de este año para el rock de nuestro país, es ahora, cuando podemos comentar, para no contaminar el mensaje, que Valdés no es alguien nuevo en el panorama musical español.
Por tanto, volvamos a indagar en quién es Valdés. Valdés, segundo apellido del músico en cuestión, responde al nombre de Marcelo Calabria Valdés, y es hijo del mítico batería de Barón Rojo, Hermes Calabria. Hizo sus primeros pinitos musicales en "Genético", grupo que crearan Rubén Melogno y Hermes Calabria con sus respectivos hijos, de ahí lo de genético. Más adelante Marcelo formaría junto con otros amigos el grupo ConMora, con el que hemos disfrutado de un rock bronco y sin cortapisas en discos muy meritorios, como "Licor de Rock and Roll" y "De babor a estribor". Marcelo, además, lleva varios años formando parte de la actual banda de Sherpa, con la que comparte escenario con la otra mitad de "Barón Rojo" (Hermes y Sherpa) y su amigo Sergio Rivas. Y ahora, tras un amplio bagaje,Valdés ha querido dar el paso y hacer su propio repertorio, el cual a día de hoy lo ha conseguido con un trabajo de altísima calidad, cuyo resultado es éste "DISCO" en mayúsculas. Disco que hoy os presento, simplemente porque me ha gustado, porque me ha llenado, y porque me ha sorprendido, por ese aroma a "bluesman" en el que va envuelto, además de venir presentado con unas letras muy acertadas. Un álbum en el que el artista ha dado rienda suelta a sus inquietudes musicales más personales, sin ningún tipo de complejo, y a eso no estamos acostumbrados en estos tiempos en los que actualmente vivimos, y es de agradecer que haya músicos que nos brinden discos como éste, aún alejándose de lo que reclama el clamor popular.
Por ello, mi beneplácito a este disco con enorme sabor a bluesman y mi deseo de continuidad a esta carrera. Buena suerte Marcelo, buena suerte Valdés.
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