Aunque "ARIAS", en su primer disco en solitario, diga que "No está para nadie", la verdad es que la familia "Arias", ha estado siempre envuelta en todas las historias musicales de calidad que han surgido en España durante los últimos 30 o quizás 35 años. Y digo esto porque Manolo Arias junto a su hermano Angel, fueron guitarrista y bajista respectivamente de la formación Niagara, la banda de AOR española por excelencia. Ellos, a finales de los años ochenta y durante los primeros noventa, tuvieron el atrevimiento de sacar sus discos cantados en inglés, de la mano de Carlos de Castro, el guitarra de los Barón Rojo, que los produjo en su disco debut "Now or Never". Niagara fue la primera apuesta puramente internacional de un grupo español, un supergrupo diseñado a propósito, para poder triunfar en los escenarios europeos.
De las cenizas de Niagara, surgió, ya en el siglo XXI, "Atlas". De Atlas, se puede decir que fue la continuidad de Niagara en cuanto a lo que musicalmente se refiere, pues además de casi repetir formación, mantuvieron el mismo estilo de rock pero cantando, esta vez, en español, (aunque algún disco se coló en el idioma de Shakespeare).
Entre tanto, el apellido Arias, ha estado relacionado, con formaciones tan diversas como Bella Bestia, Tritón o Goliath. Habiendo sido piezas fundamentales en formaciones tan carismáticas como Barón Rojo o Ñu. Sin ir más lejos, Angel Arias se ha convertido con el pasar de los años, en el bajista que más tiempo ha permanecido en la formación del fokker triplano, llegando a grabar nada más y nada menos que 7 discos con los Barón Rojo. Por su parte Manolo Arias se ha convertido en el guitarra de referencia de la banda del Molina. Tampoco debemos pasar por alto que a Manolo Arias también se le conoce por su faceta de productor discográfico (Iguana Tango, Ars Amandi, Muro, Sinkope...), destacando el trabajo realizado para los barones en el año 2001, con el disco "20+", donde también metió su impronta como guitarrista al más puro estilo de los hermanos de Castro.
Después de esta densa carrera musical con la que hemos presentado a este guitarrista, Víctor Manuel Arias Guzmán ó más bien Manolo Arias, como se hace llamar, ha decidido sacar su primer trabajo discográfico en solitario, con el nombre artístico de "ARIAS".
Sabiendo ya quienes son los Arias en el mundo del rock hispano, debemos decir que este disco que nos acaba de presentar Manuel, sigue manteniendo la esencia y el estilo al que nos tiene acostumbrado con sus formaciones precedentes (Niagara, Atlas o Monterrey), un rock muy americano y clásico pero ejecutado con enorme elegancia y maestría.
El disco cuenta con once cortes, todos bastantes homogéneos, sin exabruptos, que nos hacen pasar un rato enormemente agradable, entre rock and roll clásico, embadurnado a su vez, de un elegante rock sureño, que nos trasporta a otras latitudes.
De los once temas que componen este trabajo, podemos decir que "Sin mirar atrás" es una de las canciones más rockanroleras, al igual que "Bailaras para mi" y "Todo lo di". Con unos tempos más lentos se mueve "Perdida en mi mente", y con unos riffs algo más contundentes "Entre gritos", y la que da nombre al disco "No estoy para nadie". El tema "Ya no te tengo", es una extraordinaria balada, que aunque no es una canción de nuevo cuño, pues es una versión del grupo Monterrey, está interpretada magistralmente. "Sólo yo", es una nueva delicia muy acústica, como le ocurre también a "Fuego en mi mente". El tema "Tu por tu lado, yo por el mío", es puro rock and roll a secas, con mucha elegancia y precisión. Y "Miedo a caer", es otro medio tiempo que nos transmite muy buenas sensaciones, como todo el disco en su conjunto.
En definitiva, estamos hablando de un disco para no aburrirse y pasar un buen rato en estos tiempos de pandemia, en el que seguimos viviendo en ese "querer y no poder", en el que estamos inmersos toda la gente de bien.
Parece que "Arias", sabe de la dificultad de presentar el disco en directo, y de ahí ese "No estoy para nadie", jaja... El que quiera oírlo deberá de comprarse el disco, y le merecerá la pena, porque comenzamos un nuevo periodo de tiempo en el que los directos no van a estar para nadie.
Nosotros, desde esta pequeña atalaya, sólo podemos desear que este buen trabajo de Manolo Arias tenga una buena acogida entre los aficionados al buen rock, porque nuestros oídos, al menos, si estarán siempre dispuestos a escuchar este gran disco.
