jueves, 27 de julio de 2023

CARTA ABIERTA A LOS HNOS DE CASTRO (BARÓN ROJO)

        Los que amamos el rock, y más concretamente los grupos de culto españoles, tenemos la suerte sólo muy de vez en cuando de leer alguna que otra entrevista realizada a estos monstruos por los medios de comunicación de este país. Medios que si bien al rock en mayúsculas no le dan mucha cancha, si que se prodigan en otras vicisitudes, a veces mas triviales.

        Últimamente, la suerte ha estado de nuestra parte y han sido entrevistados en varios medios de comunicación los hermanos de Castro, la llama viva de Barón Rojo durante más de 40 años. Armando y Carlos han insinuado o declarado por activa y por pasiva que no habrá mas discos, sobre todo Carlos de Castro, ya que Armando admite abiertamente que sigue componiendo y que ante la poca viabilidad de grabar nuevo disco con Barón Rojo, canaliza su creatividad a través de otras bandas de su propio cuño, como pueden ser "Armando Rock" o "Blacklist". 


        Ellos sabrán los motivos de no grabar más discos, si bien suelen comentar que ya no se compran discos, y en palabras de Carlos: "Hacer una obra de despedida, ¿para qué? ¿para venderlo a los amigos? Ya no se venden discos. El negocio tal y como estaba cuando empezamos ya no existe". 

        Estas palabras de Carlos, yo las refutaría de principio a fin. Evidentemente los tiempos han cambiado y por ello tenemos que estar en continua adaptación. Los grupos actuales también sufren la falta de ventas del formato físico, pero siguen presentando canciones en los canales que proporcionan las nuevas tecnologías. Grupos actuales de gran tirón mediático, que hay algunos a los que también sigo, van presentando canciones poco a poco. Estos grupos se pueden tirar más de 3 ó 4 meses entre la presentación de dos temas consecutivos, y finalmente cuando han pasado casi 2 años desde la primera novedad presentada se lanza el álbum completo, el deseado disco. De esa manera el grupo siempre está activo y con algo novedoso en el bolsillo. 

        En lo que respecta a Barón Rojo, sólo por la trayectoria del grupo y porque sigue teniendo un público fiel que asiste a sus conciertos, ya tiene un gran aliciente hacer algo nuevo, y más aún cuando sus seguidores, sólo por la edad de muchos de ellos, son de los que van a tener la necesidad de comprar el disco físico, como toda la vida se hizo. Y no creo que sean sólo los amigos de la banda los que compren el disco, sino que serán algunos miles de personas distribuidas por todo el territorio nacional, a los que a lo mejor, a estas alturas, hay que llamarlos también "amigos".

        Esos algunos miles de personas, no van a pedir una producción internacional, no van a pedir que el disco se haya grabado en Estados Unidos, ni nada por el estilo, sólo pedirán tener a su grupo de referencia en la actualidad del panorama discográfico español.

        Tampoco se le va a pedir a la banda un número de canciones nuevas que requiera de un esfuerzo desmesurado, probablemente nos conformemos con una revisión de temas emblemáticos o canciones de culto de toda la trayectoria del grupo. 

        ¡Carlos!, ¡Armando!, qué algunos seguimos comprando los refritos musicales que se editan por ahí, como el último que se ha publicado en vinilo hace unos meses, que honestamente no creo que represente a la banda, pues se han obviado temas muy importantes, quizás en una visión puramente comercial de ofrecer la versión más light del Barón Rojo, decisión en la que vosotros supongo no habéis tenido nada que ver.

        Por eso mismo, porque se siguen lanzando burdas recopilaciones vuestras, creo que es el momento de montar un nuevo disco, en el que se incluyan algunas de las demandas de vuestros fans, como puede ser una versión en estudio de "Buenos Aires", o la revisión de temas como "Con botas sucias" o "El Presidente", que hoy por hoy suenan tremendamente frescas en vuestros conciertos, con el aliciente de ser cantadas ahora por Carlos o por su propio autor, Armando.  También cabrían otros temas que siempre hemos querido oír en estudio como "Mensajeros de la destrucción" o "Atacó el hombre blanco", dos temas con letras atemporales. Incluso nos gustaría una versión de "El mundo puede ser diferente" o las "Czardas de Monti" cuya versión de estudio ha sido siempre uno de mis anhelos. 




 

       ¿A esto qué se le puede incluir?. Pues un par de temas de nueva creación, de esos que en algún concierto ya se han presentado, como puede ser "Parásito Social", y alguno más que debe estar en la mente o las "maquetas" de Armando, el cual ya nos deleitó con buenísimas nuevas canciones en la grabación de su segundo disco en solitario que no tiene nada que envidiar a los del Barón ni a los que se han realizado en el Rock español en estos últimos tiempos.

        Por otro lado, también se podría contar con alguna rareza o algo que les agrade tocar a los integrantes de la banda, así como la colaboración de músicos amigos, que los hay, para cantar algunas de esas canciones emblemáticas o aportar alguna instrumentación nueva y darle al trabajo discográfico ese plus de atractivo que siempre nos gusta a los consumidores. 

        Con respecto a la crítica del disco por los medios especializados, me diréis que será feroz sin haberlo ni siquiera escuchado. Así será, pero con esto ya contamos. Hay una serie de medios que no van a aceptar nada de lo que hagan los hermanos de Castro (toda una institución del rock cantado en el idioma de Cervantes). Los "hater" ya están descontados en esta ecuación y no podemos tener miedo a esos bocazas. Barón Rojo es muy grande como para estar supeditado a la crítica voraz de unos charlatanes a sueldo. Hay algunos que sólo llegaron al “Volumen Brutal”, y en su momento también lo criticaron mal, y hoy se aferran a que no existió un después. 

        El disco más importante, por la revolución que representó en la música española, fue el Volumen Brutal, pero el mejor y el más completo posiblemente sea “Metalmorfosis”, a lo que hay que añadir que el de mayor calidad por sus composiciones musicales y letrística fue Desafío, un disco que aún no ha sido reconocido por esta bazofia periodística, un disco que ni se grabó en la década dorada, ni con la casa discográfica Zafiro, ni con los músicos de la formación original. Pero... ¿que le vamos a hacer?, si a estos chupatintas de la crítica no les pagan por la objetividad.




Para acabar, seguiré refutando cariñosamente las palabras de Carlos: 

"Hacer una obra de despedida, ¿para qué?" 

Yo le contestaría:

Hacer una obra de despedida para agradar a sus fans, ya que si los hermanos de Castro fueron la llama que mantuvo vivo al Barón, sus fans fueron el oxígeno que no permitió que la llama se apagara jamás

"¿Para venderlo a los amigos? Ya no se venden discos".  

Si, para venderlo a los amigos, a más de 5000 amigos distribuidos por toda España que aún siguen esperando algún trabajo discográfico del Barón. Sin contar con los que hay al otro lado del charco, que os quieren igual o más que aquí. Si la tirada inicial quedara corta y se agotara, siempre habría opción de una segunda edición.

"El negocio tal y como estaba cuando empezamos ya no existe". 

Efectivamente el negocio ha cambiado. Para saber como está la situación actualmente sólo tiene que aportar su nueva experiencia discográfica Armando de Castro con su trabajo ARII, el cual presentó una excelente calidad de sonido y sospecho que debió venderse medianamente bien, a lo que en este caso hay que implementar el tirón mediático del mítico nombre de Barón Rojo. Quizás con un nuevo disco no se gane dinero, pero será una forma de saldar cuentas y estar en paz con la historia.

        Barones, tenéis que daros el gustazo, y tenéis que darnos el gustazo a los fans. Que esta década del siglo XXI en la que estamos no se quede sin ningún disco del Barón. Ahí dejo mi carta abierta, con la intención de recibir contestación en forma de música.

        Larga vida al Barón Rojo.

 


domingo, 2 de julio de 2023

YO ESTOY VIVO

     Siempre es una buena noticia que los clásicos del rock español nos presenten un nuevo trabajo. Eso es lo que ha hecho Ñu, presentar sus nuevas creaciones, el fruto del trabajo silente de componer nuevas canciones, que es lo que diferencia al creador del mero intérprete. Aunque un artista lleve casi 50 años sobre los escenarios, siempre queda algo por contar y cantar, y José Carlos Molina así lo ha realizado en su nuevo disco de este año 2023.



    Hacía poco tiempo de la salida al mercado del segundo disco en solitario del flautista de Legazpì, por lo que todo auguraba que pasaríamos de unas composiciones más tranquilas en su trabajo solista a un disco más vertiginoso bajo el auspicio de Ñu. Pero no. El nuevo disco de Ñu también es un disco lleno de melodías, medios tiempos y sobre todo elegancia, sin perder la esencia de Ñu.

    Aunque José Carlos se empeñe en marcar diferencias entre un disco de Ñu y un disco de Molina, los que lo seguimos desde hace varias décadas y conocemos toda su discografía, no las vemos. Es más, si esas diferencias las hubiera, este disco, creo sinceramente, que podría haberlo firmado con su nombre, con la salvedad de que hay algunas canciones más, en las que existe esa presencia de garra rockera, que quizás no las haya en el disco de Molina. Pero el estilo de José Carlos Molina está tan marcado y es tan personal que todo lo que podamos escuchar de él acabará focalizado en el personaje del mítico flautista.




    El disco lo ha denominado "Yo estoy vivo", que también es el título de la primera canción de este nuevo trabajo de Ñu, que si bien la interpretación de la canción puede ser muy genérica, nos lleva a pensar que tiene algo de reivindicación sobre si mismo, mirando de reojo a aquellos que ya dan por amortizada la aventura de Ñu.

   En definitiva y en líneas generales estamos ante un buen trabajo de una banda legendaria, y sólo por el hecho de grabar un nuevo disco a estas alturas de su carrera, no se le puede poner ni una sola pega. Siempre habrá el crítico necio que dirá que ya no tiene la misma voz, que no aporta nada nuevo, que las letras son mejorables, que estas leyendas del rock patrio ya deberían de dejar de arrastrarse por los escenarios... a lo que el Molina le contestaría con un "corre con la pasta"  "cabalgando entre los muertos" que aún "yo estoy vivo".