Es una frase que solía decir Juan Antonio Castillo.
Un mes antes de su muerte, Juan Antonio envió una emotiva carta a una amiga por la que sentía una gran admiración, y decía así:
"Hola Maribel:
Te vi
anoche. Magnífico. Es fácil ser valiente cuando se tienen las cosas claras. A
pesar de que las luces eran regulares y a la bola le faltaba algo de brillo,
hiciste de una noche menos, una noche más. Armada por el cariño y el coraje le
diste la vuelta a la tortilla que la ciudad trata de devorar y es nuestra alma.
Muy bonito. Si fueras extranjera serías una diosa. Aquí es solo un culto. Pero
en ese caso, no tendrías el sentío, el quejío, el vuelo. Cuanta sabiduría
debajo de un traje magnífico. Brillaba la pedrería pero más brillaban nuestros
corazones esclavos de tu amor. Con dos cojones.
El futuro es mujer y tiene tu nombre. Pasarán los guitarrazos y el caos y quedará la belleza. Permanecerás en el lugar que nadie te ha regalado, que es tuyo por derecho. Yo, que me paso el día rezando al dios de las canciones con desigual resultado, anoche encontré la sangre del sur en un teatro que parecía un avión e iba tan lejos que me confundí tratando de saber si era la postguerra o el futuro. ¡Qué importa! Te trajiste la crónica de un mundo de corazones desgarrados que confirma que la pasión nunca es un error, siempre es un derecho que hay que exigir con el corazón en la mano y el culo apretao.
Reina man,
cómo me gusta. Fui al Loro, había mucha gente. Fui al Central, había mucha
gente. Anoche fue tan bonito que le dio sentido a mi lucha. De mayor quisiera
ser como tú, más grande, más hermoso, más caliente. No fui a tomar una copa
donde Nina porque soy un pésimo relaciones públicas. Lo único que hay que decir
es gracias. Sigue así y acuna las almas perdidas de los que pensaron que había
que apostar por lo que no se tenía.
Tu fan,
Juan Antonio Canta.” (Madrid, a 21 de
noviembre de 1996).
Y un año
después de su muerte, esta artistaza responde, con el corazón desgarrado, a las
palabras de su amigo y compañero en el difícil mundo del ARTE.
“Querido
Juan:
El día
del sorteo de Navidad, se cumple el aniversario de tu partida, nunca se olvida
y hoy te recuerdo con un gran cariño y una sonrisa grande como era tu
generosidad e inspiración. Te echamos de menos Juan Antonio, tu lucidez e
imaginación, tus tablas en toda clase de carpinterías y tu desenfadada
provocación. Siempre estará en mi memoria esa esquinita de mi sofá donde me
enseñaste tu libro con tantísimas letras buenas y me cantaste todas las
canciones y yo como una niña en Reyes, alobaíta, mirándote sin dar crédito a
esa ingente composición de temas guapos y originales. Allá donde estés, que
estés bien, que tu luz alumbre y que sepas que seguimos teniéndote en el
corazón.
Hasta
siempre, Juan Antonio, amigo, compañero en la lucha por el Arte.
Martirio.”
Después
de estas palabras, poco me queda a mi por decir, pero el próximo día 22 de
Diciembre, cuando llegue un nuevo día de la lotería de navidad, se cumplirán 20
años de la muerte voluntaria de Juan Antonio Castillo, Juan Antonio Canta o
Patuchas, que era el nombre por el que “nosotros” lo conocíamos.
Conmemorando,
este aniversario, me gustaría hacer un breve homenaje, al cantante, compositor
y poeta, del que fuera líder indiscutible del grupo Pabellón Psiquiátrico y
posteriormente cantautor y show-man con el sobrenombre de Juan Antonio Canta.
El
“Patuchas”, funda Pabellón Psiquiatrico”, en el año 1986, y en el año 1987, ya
tienen su primer disco bajo el brazo, con el título de “La primera en la
frente”. El título y la portada ya lo decía todo, estos tíos no quieren pasar
desapercibidos. Música descarada, letras canallas, que no dejan títere con
cabeza y una puesta en escena que no podía dejar a nadie indiferente, toda una
mezcla de música, teatro y mucho arte. Por el escenario desfilaban múltiples personajes, desde la momia de Tutankamon, un enloquecido fraile o un cochinillo
que salía despavorido del cofre de los tesoros. Canciones provocadoras que
deambulaban entre la grosería y el ingenio, con una carga muy importante de
ironía, que hacía vislumbrar la puntita del iceberg de creatividad del genio
que las paría. Sin embargo, ”Emilio el pocero”, ya escondía la seriedad y la profundidad que más
adelante irá desarrollando en sus composiciones.
Ole Torero. Del primer disco de Pabellón.
La primera en la Frente (1987)
Sólo un
año más tarde, el disco, que incluso fue censurado en algunos medios de
radiodifusión españoles, se convierte en un fenómeno de masas, y el “G de
gilipollas”, “Ole torero” o “La flauta de Bartolo”, se convierten en himnos que
corea toda la juventud española. Los Ecos de Pabellón llegan a Sudamérica,
donde triunfan apabullantemente en países como Argentina, Uruguay o Costa Rica, y donde muestran sus canciones en una gira internacional de cierto calado.
“Somos
dos lactantes”, sería el segundo trabajo de la banda, de un corte similar al
anterior, pero ya se dejaba entrever más canciones en las que se iba
desarrollando la parte seria, eso que a día de hoy, y gracias a los Antílopez,
llamaríamos temática chiripop absurda depresiva. Ante canciones como ”En una
tienda de campaña”, “Tengo un enano” o “Mata un mono” se anteponían otras como
“Marioneta” o “La señora”. Con este disco, el grupo alcanza su clímax de
actividad en lo que a fama y contratación de conciertos se refiere.
Eva Se va.
Canción perteneciente al disco
"Somos dos lactantes" (1988)
Boquerón
Canción perteneciente al disco
Tongo Banana (1990)
El último
trabajo de Pabellón Psiquiatrico, publicado en el año 1991, va a llevar por
nombre el título homónimo del propio grupo. Y va a ser una continuidad de la
tendencia que han ido manteniendo en cada uno de los trabajos anteriores.
Letras cada vez más melancólicas, utilizando cada vez menos la fórmula de las canciones
descaradas e informales. En el disco, el “Patuchas”, se recrea, precisamente, en canciones
como “Juanita”, y la obra maestra que cierra el disco “Así te querré”, que
significa punto y final a Pabellón y toda una bienvenida al nuevo Juan Antonio,
que según él, a veces canta.
Juanita - Canción del último trabajo de
Pabellón Psiquiátrico (1991)
Y tras
unos años en los que Juan Antonio sigue desarrollando su ingenio, le llega de
nuevo el reconocimiento popular gracias a un programa de televisión que tuvo
bastante repercusión en la década de los 90´. Sin embargo, y como dice la
canción de Sangre Azul “soy lo que siempre quise ser, pero así no lo soñé”. Juan Antonio se ve inmerso en una popularidad
de masas que lo aclama. Una masa que no alcanza a comprender la verdadera
esencia y significado de sus canciones. Una sociedad mediocre que arropa a
diario al genio, pero el genio no se siente satisfecho con el monstruo que ha
creado, una masa de individuos de encefalograma plano que sólo piden limones,
simplemente porque canciones como “Cama roja” o “Coplas del viudo del
submarino” les vienen grande.
Pues así fue,
en 1996, Juan Antonio Canta, se marcó un gran disco con “sus increíbles
aventuras”, con un buenísimo indicador de ventas, pero en el que sobresalió por
encima del buen ramillete de canciones que compuso… los limones. Que, por cierto, también tenía
su ironía.
Rap de los 40 limones
Del disco "Las increibles aventuras de Juan Antonio Canta"
Video Clip de Fredius Dardé (1996)
¡PATUCHAS!,
¡donde quieras que estés!. No sólo Martirio, te apreciaba con tantas ganas, el director de cine Asbel Esteve se ha inspirado en ti para su largometraje "El hombre de los mil limones", donde cuenta tus increíbles aventuras, y aún somos muchos los que te seguimos apreciando en tu cuerda locura de genio incomprendido. Que sepas,
que aún nos sigues divirtiendo cada vez que escuchamos tus canciones… y a
veces, nos haces reflexionar. Y por supuesto, quiero que sepas, que con gente
como tu, “ganemos o perdamos, nunca perderemos las ganas”.