Es evidente que cuando alguien alcanza un puesto de reconocimiento, en términos generales, ese puesto llega gracias al esfuerzo, la capacitación y al tesón de haber realizado las cosas correctamente. También es importante la visibilidad. Si no hay visibilidad o ningún mecanismo de transmisión de esos hechos para que un público lo observe y pueda ejercer su crítica, tampoco se podrá alcanzar ese puesto de reconocimiento.
Una vez alcanzado ese puesto de reconocimiento, se valorará que la llegada al mismo se produce por la existencia de un gran número de críticas favorables por parte del público que pudo observar los hechos y que en buena medida son los elementos que realmente contribuyen a la culminación del éxito.
Lo que está claro es que los cuatro elementos fundamentales para que el público nos lleve al éxito son el esfuerzo, la capacitación, el tesón y la transmisión de los hechos, visualización o publicidad de los mismos. Ahora podemos hacer un inciso y entrar a debatir, en que cuantía se valoran las aportaciones realizadas a cada una de las variables expuestas para la obtención del éxito: el esfuerzo, la capacitación, el tesón o la publicidad. Dependiendo de qué variable tenga un mayor porcentaje de aportación, así será el éxito. Posiblemente, el éxito logrado por una desaforada aportación de transmisión de los hechos (publicidad), se convierte en un éxito efímero, pero éxito, al fin y al cabo. Sin embargo, un éxito conseguido en base a unos altos porcentajes de esfuerzo, capacitación y tesón, pueden hacer un éxito menos intenso pero más perdurable en el tiempo.
consiguiendo "Sold Out" para sus actuaciones
¿Pero cuál es la certeza absoluta de que el éxito ha sido conseguido? Pues sin duda alguna, la aparición de detractores. Una minoría, normalmente con fácil acceso al proceso de transmisión de hechos, llamémosle publicidad, canales de intercomunicación o medios de comunicación... que con cierta facilidad crea una corriente de personajes adeptos, que no aportan nada pero les gusta ir en contra de todo. Cuando aparece esta otra masa de parásitos descontextualizados y de encefalograma casi plano, se puede tener la certeza absoluta de que estamos hablando de la existencia de una carrera de éxito.
Por otro lado, podemos perder un poquito de tiempo en estudiar el porqué de la existencia del detractor, cosa que no merece mucho la pena, pero en resumen podemos decir que su presencia se debe básicamente a las siguientes cuestiones:
-En ocasiones se debe a que simplemente no le gusta lo observado (algo que es muy loable). Este detractor no suele ser muy pertinaz y no suele ser perdurable en el tiempo.
-En otras ocasiones suele ser por envidia. Esto sucede cuando el detractor es juez y parte en el mismo escenario de los hechos, y por tanto es "el no elegido" para el éxito, en definitiva, un detractor por perdedor.
-Finalmente está el detractor obcecado, ese elemento externo que vaticinó unos hechos que al final son justo lo contrario de lo ocurrido, o simplemente había apostado por otro caballo que resultó no ser el ganador. Algunos de estos no dan nunca su brazo a torcer y van anidando nuevas teorías sobre el injusto éxito del triunfador o simplemente cuestionan ese éxito. Este tipo de detractor suele ser muy pertinaz y suele usar la técnica de la periodicidad en el tiempo para nunca dar por muerto su mensaje.
Este último tipo de detractores es el más peligroso, ya que su obcecación perdurable en el tiempo hace pensar que algún problema mental debe sacudir su cerebro. Estos detractores están en todos los ambientes de la sociedad, política, economía, deporte, etc., y muy intensamente en el mundo de la cultura en general y la música en particular, que es a lo que se debe este blog. En España los hubo y aunque ya peinan canas y actualmente viven de una pensión del estado siguen dando la nota en algún medio de comunicación. Hoy sigue existiendo la presencia de algunos de estos periodistas o mejor dicho comunicadores, pues la palabra periodista les viene grande, ya que pasaron por la universidad sólo para sentirse "guay" llenando sus cuerpos de LSD, anfetaminas y otras sustancias alucinógenas que no les ha permitido pensar coherentemente durante toda su vida.
Algunos de estos lumbreras, que en la prehistoria pasaron por ciertos programas musicales televisivos, cuando sólo eran tuertos en un mundo de ciegos, se han empoderado de tal manera, que parecen que sientan cátedra con sus palabras. Algunos hasta han escrito libros. Cuarenta años más tarde siguen poniendo en duda el éxito de algún movimiento musical durante los años ochenta y más aún de cierta banda de rock que fue su máximo estandarte, y por supuesto, ponen aún más en duda el éxito continuado a día de hoy, fruto del esfuerzo, la capacitación y el tesón de estos músicos por los que él no apostó hace ahora algo más de cuatro décadas.
A finales de los setenta y principios de los ochenta hubo una explosión tremenda de tendencias musicales en España que ya se había desarrollado en otros países. Sin embargo, aquí íbamos tarde. Se podía apostar por el Rock poderoso o por un Pop más suave. La evidencia fue, que el rock llenó estadios de futbol, y el Pop, mal llamado "movida", se redujo a pequeñas actuaciones en discotecas de moda. Sin embargo, la obcecación de estos comunicadores que se habían decantado por la "moda juvenil", les hizo montar una aureola sobre la "movida" que realmente nunca existió, y sólo es el resultado de la repetición constante de una mentira lo que ha llevado a convertirla en una dudosa verdad, todo ello gracias a la fácil accesibilidad que tuvieron estos insensatos a unos medios de comunicación carentes en ese despertar de los ochenta de profesionales cualificados para estos menesteres.
Hoy día sigo leyendo artículos en medios de comunicación de primer orden donde les siguen dado espacio a estos apolillados detractores, denostando y poniendo en tela de juicio, e incluso ocultado pruebas, de lo que significó y sigue significando el rock hecho en España en mayúsculas. La simple existencia de estos artículos escritos por los detractores, demuestran el éxito aún vigente de nuestro rock.
Éxito sin paliativos de una banda de rock en el Wizink Center
40 años después de su fundación (20/12/2021)
Desde esta pequeña atalaya, mi mayor reconocimiento a ese movimiento rockero y en especial a ese grupo que a principios de los ochenta, llegó al éxito conjugando las cuatro variables que pueden abrir ese camino, esfuerzo, capacitación, tesón y quizás con un alto porcentaje de visibilidad que tal vez facilitó las cosas en ese momento... pero que a día de hoy sigue ampliando horizontes y manteniendo ese éxito, en esta ocasión menos intenso pero mantenido en el tiempo, lo que significa que sigue conjugando esas mismas variables, esta vez alternando los porcentajes que componen esos cuatro elementos que hacen llegar inexorablemente al éxito.
Toda la razón. Ahora recuerdan al alcalde de Madrid como impulsor de la movida con su frase de al loro y a cilocarse, cosa que ocurrió nada más y nada menos que en un concierto de rock, los conciertos que de verdad aglutinaban a muchísima vasca.
ResponderEliminar¿el artículo va sobre un chupa tinta que se apellida Manrique?😂😂😂
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