CARNE Y VERSO. MERCEDER FERRER

         "Con un Pop-Rock, a veces diría casi jazzístico, y sobre todo con un sonido que instaba a pensar que la música tenía influencias internacionales, se nos presentó en los años 80´ una joven Mercedes Ferrer. En el año 1988 yo me compré su segundo trabajo, "Tengo todas las calles". Algo tenía esa música cuando consiguió atrapar a un rockero que se hacía llamar duro. Han ido pasando los años, y esta cantautora marchó durante algún tiempo a Nueva York, para seguir evolucionando en el mundo de la música, y aunque no se ha prodigado mucho en el arte de grabar discos, si nos ha dejado unas suculentas delicatessen cada vez que se ha puesto a ello. Discos pausados en el tiempo y como ya he dicho, con múltiples influencias y una depurada sensibilidad a la hora de hacer cada una de sus composiciones, Mercedes Ferrer nos ha ofrecido a lo largo de su carrera una música muy personal y ante todo, llena de calidad. Un sonido atemporal y sumamente internacional".

          Estas eran las palabras que le dediqué a Mercedes Ferrer hace algún tiempo cuando escribí el artículo "Las chicas son rockeras", parafraseando el título de la mítica canción de los Coz. Artículo en el que compartieron protagonismo diez artistas de género femenino, cuya música, por algún que otro motivo, me hace vibrar.

(Las chicas son rockeras 18/03/2016)

Adicta (Del álbum Tiempo Real 2003)

           Y ahora en el 2018, Mercedes nos ha vuelto a dejar un enorme trabajo lleno de matices y de buen gusto, convirtiendo este último álbum titulado "Carne y Verso" en uno de los mejores discos que se han grabado en el año que nos precede.

              El primer single, fue la canción que precisamente abre el disco, "Acto de fe". Gran canción con aire muy rockero, que ya nos dejó con muy buen sabor de boca a la espera de que viera la luz el disco completo. Fue por el mes de Agosto, cuando las diez canciones que componen el disco pudieron ser absorbidas por mis pabellones auditivos, llegando sus ondas hasta mis tímpanos y posteriormente ser procesadas por mi cerebro, momento en el que sentí estar ante el disco español del verano, ya que el disco internacional de mi verano fue el "Full Steam Ahead" de mi querido Barry Goudreau, con su nueva formación Engine Room.

              Siguiendo con la protagonista de hoy, decir que el disco de Mercedes Ferrer, se financió mediante una campaña de crowdfunding dirigida por la propia artista. Lástima que la industria musical no recapacite y siga sin estar al lado de los grandes músicos, y sólo se dedique a promocionar inseminaciones artificiales y engendros infernales de proyectos de músicos que dejarán de serlo cuando se acabe el presupuesto de la promoción. 

          Como ya he comentado, en el verano del 2018 se publicó este magnífico trabajo, concebido por una aureola de gran delicadeza musical. Letras profundas, reflexiones personales y sociales, que invitan a reactivar nuestro cerebro. En el ámbito puramente musical, decir que es un álbum lleno de sutilezas y lleno de una maravillosa amplitud de recursos musicales e instrumentísticos, en los que también se engloba una gran variedad de estilos, fruto de la riqueza musical que ha ido adquiriendo Mercedes a lo largo de su activa vida musical. Todo ello envuelto en un conjunto cerrado que equilibra sensacionalmente toda la obra de C+V.  

          Este "Carne y Verso", nos deja composiciones maestras como son, "Acto de Fe", "El Poder", "Monstruos (Ahí fuera)" o "Word Gun"... esto en lo que respecta a la parte más poderosa del disco. A lo que hay que añadir otras composiciones más calmadas entre las que encontramos la que precisamente da título al álbum "Carne y Verso", así como, "Ciudad Ardiente", "Letanía" o la sugerente "Qué queda de mí". A todo esto hay que añadir dos magníficas obras que sobresalen por encima de las demás, "Plan de vuelo" y la extraordinaria canción que pone punto y final a este gran disco, "Vueltas de Noria", una canción para enmarcar.   

"Carne y Verso", (2018)

canción que da título al álbum de Mercedes Ferrer

          "Carne y Verso" son cuarenta y tres minutos de placer para nuestros oídos. "Carne y Verso" son diez canciones que dan prestigio al mundo de la música. Y "Carne y Verso" es un disco que nos hace tener fe, en que ese "ideal gran mundo de la música" aún tiene muchas cosas por decir. 

          En definitiva, un disco que te deja con ganas de volver a escucharlo, porque sabes que te has dejado muchos matices perdidos por tu cerebro, que sólo con nuevas escuchas podrás descubrir y de esa manera poder apreciar la gran obra ante la que te encuentras. Por ello os invito a escuchar con detenimiento este buen trabajo de la incombustible Mercedes Ferrer.

          Gracias Mercedes por habernos deleitado con este nuevo álbum, que espero fervientemente, dé sus frutos en un presente inmediato.