viernes, 17 de octubre de 2025

EN UN LUGAR DE LA MARCHA. 40 AÑOS DE HISTORIA

Corría el año 1985. En una emisora de radio de mi localidad emitían a las 14 horas un programa musical que se llamaba "Come con", juego de palabras homófonas a las siglas "COMECON" que tan de moda estaban, aún, en los telediarios de la época. Pero en la emisora que yo escuchaba solo quería decir que era la hora de comer (Come con... el disco que te voy a pinchar)

El programa de radio dedicaba un disco completo a petición de la audiencia, pinchando todas sus canciones en la hora de duración del programa, por lo que los jóvenes melómanos de ese tiempo nos preparábamos arduos a grabar un disco completo con los radiocassettes y minicadenas que atesorábamos en nuestros hogares.

No recuerdo qué grupo fue el elegido ese día, pero la cuenta y la razón es que después de pinchar la totalidad del disco le sobró unos minutos al locutor y nos brindó una canción fuera de programa que comenzaba con los acordes de la quinta sinfonía de Beethoven. Me quedé muy entusiasmado, porque me pareció bastante original. ¿sería la E.L.O? Mis primos y maestros en la música, me habían hablado del grupo Electric Light Orchestra, que tenían una canción inspirada en la quinta de Beethoven. Pero esas guitarras sonaban muy al rock que a mi me gustaba. Tras los siguientes compases la canción coge rapidez en los ritmos y sigue con un sonido contundente que me deja atrapado. Cuando empiezan a cantar, resulta que son españoles. Se parecía a Barón Rojo, pero por aquella época había algunas voces con cierta semejanza entre si, como la de Miguel Oñate en Asfalto o incluso la de un grupo nuevo llamado "Rosa Negra". Seguía teniendo mis dudas. La canción va desarrollándose y en el puente previo al estribillo y en el propio estribillo, me seguía alucinando. En esos momentos, me decantaba por los Barón Rojo. Pero cuando la canción entra en ese largo punteo en el que siguen emulando por momentos la 5ª sinfonía, ese feeling de las guitarras, me hacía apostarlo todo a que era mi banda favorita. El programa se acabó y el locutor no dijo el nombre de la canción ni del grupo...

Como grabé la canción en un cassette, esa misma tarde fui a casa de mis primos, los "mellis" o los melómanos, (tanto monta, monta tanto) y les dije lo ocurrido. Ellos no habían podido oír el programa porque habían tenido clase a esa hora. Por tanto, nos dispusimos a escuchar la canción. Quedaron flipados como yo, pero ellos que siempre han tenido un excepcional oído y más entendimiento musical que yo, me lo confirman. En sus comentarios uno dice que esas guitarras son inconfundibles, y el otro añade que el cantante es Sherpa. 

Pues así es como yo empecé a escuchar el quinto disco de Barón Rojo, "En un lugar de la marcha", que no era la quinta sinfonía, pero si apuntaba maneras para ser un gran disco.



Este es un disco que gozó ampliamente de las radiofórmulas, pues Breakthoven se oyó notablemente en muchas emisoras, al que rápidamente le siguieron temas como "Chicos del Rock", "El baile de los malditos" y la exuberante "Cuerdas de Acero". Más tarde volverían a publicar un nuevo single con los temas "Hijos de Caín" y el temazo "Caso perdido", que gracias al programa de televisión española "Dinamo" se convertirá en el primer vídeo clip de la banda, un clip realizado por TVE para poner broche de oro a su  programa "Barón Rojo y los Ultraligeros".



Para algunos, este es el último disco relevante de Barón Rojo, afirmación que habría que poner en tela de juicio, darle contexto y exponer claramente "¿en relación a qué?" o "¿en función de qué?". Posiblemente sólo se puedan referir a que es el último disco que tiene una acogida generosa en ventas, porque en otros aspectos Barón Rojo ha seguido sacando discos de calidad durante toda su vida, pues son músicos que no saben componer mal, son músicos en mayúsculas. Algo parecido les pasa, como ya he nombrado en otras ocasiones, a Queen, Maná y algún que otro grupo de los que me exitan notablemente... Te podrá gustar más un disco que otro, pero no tienen disco malo, la calidad de sus composiciones es tan sublime, sólo a la altura de músicos altamente cualificados, que no pueden hacer una canción mala. Lo tienen prohibido en su cerebro. Más aún en el caso de Barón Rojo, que posiblemente tengan al mejor arreglista de canciones de toda España, como es su guitarra líder Armando de Castro, capaz de engrandecer musicalmente cualquier base compositiva que llegue a sus manos.

"En un lugar de la marcha", volvió a convertirse en disco de oro, uno más para las arcas del Barón y debo decir que es un disco que particularmente me gustó fervientemente, pues la producción era moderna, acorde a las producciones que venían del exterior a mediados de la década de los 80, alejados ya, un poco, del sonido más metalero de sus dos anteriores discos de estudio grabados en Londres.

Posiblemente estamos hablando del disco más técnico de Barón Rojo, con una calidad indescriptible, que hace marcar las diferencias entre un grupo de rock al uso y Barón Rojo. 

El disco sale a la luz a finales de septiembre de 1985, y durante el mes de noviembre los Barones se recorren en varias ocasiones los platós de la RTVE, programas como "Tocata", "Punto de encuentro", o "Fin de Siglo" son lugares estelares para presentar su recién estrenado disco "En un lugar de la marcha".



El Long Play, con una original y enormemente atractiva portada, aunque alejada del gusto heavy, era toda una declaración de intenciones. Un Don Quijote en un viaje por el espacio, dejaba atónitos a todos los seguidores del Barón. En la contraportada una foto muy desenfadada de la banda y en el interior del disco la imagen de cuatro tipos duros. En lo que realmente nos importa, en cuanto a música se refiere, este trabajo se abría con las primeras notas de la quinta sinfonía de Beethoven, teniendo como instrumento protagonista a la guitarra, convirtiéndose "Breakthoveen" en uno de los singles elegidos por las emisoras de radio para la difusión del disco. El "Baile de los malditos", le imprimía una fuerza extraordinaria a estas primeras canciones del disco. "Chicos del Rock", se convierte en todo un himno para los chavales de entonces y fue el segundo corte utilizado por las radiofórmulas. Finalmente "Caso perdido", encumbra la primera cara del disco a los más altos estadíos musicales conocidos por el momento. Caso perdido, posiblemente se haya convertido con el paso del tiempo en la mejor canción de Barón Rojo en toda su historia, una canción completísima musicalmente hablando y con una letra que no deja indiferente a nadie. 

Si los tres discos anteriores estaban llenos de frescura y rock duro, en este nos hacían transmitir que la banda se encontraba en un momento de madurez excelente, y las mejores composiciones del grupo, las canciones más elaboradas y las mejores letras, las estaban plasmando en un disco absolutamente sublime.



La segunda cara, la abrían con "Cuerdas de acero", un homenaje a la guitarra eléctrica, con un magnífico estribillo y una composición musical simplemente genial, que mantenía el disco en un mágico clímax de calidad, nunca escuchado hasta entonces en un grupo de rock español. La siguiente canción, "No ver, no hablar, no oir", vuelve a ser una gran canción, posiblemente adelantada a su tiempo, y por ello incomprendida para el año en el que estábamos, 1985. Canción con una magistral letra y con música que se desliza por unos sonidos experimentales muy bien trabajados y arriesgados, pero que algunos no entendieron. Ya sabemos de la dificultad del ser humano para la adaptación al cambio. "Tras de ti", era otra canción que coqueteaba con lo distinto, con una base de puro rock and roll, pero bastante alejado del hard rock de los discos anteriores. Una canción impecable que te hace mover los pies desde el primer momento, pero demasiado comercial para los puristas del género. Para acabar el disco, otra auténtica joya musical, "hijos de Caín", casi una balada o más bien un medio tiempo, que nos envuelve en lo más barroco del género del rock. Simplemente se nos saltaron las lágrimas a aquellos rockeros adolescentes cuando escuchamos tanta música y tanta sensibilidad en aquellos seis minutos de canción. En aquel momento hasta los detractores del rock y del Barón, tragaban saliva porque tenían que rendirse a la evidencia del grupo más grande que parió este país.

En cuanto a los datos técnicos del disco, decir que fue producido por ellos mismos. La voz de las canciones se las reparten a partes iguales entre Carlos de Castro y José Luis Campuzano. Además se incluyeron teclados en la canción hijos de Caín, de los cuales se encargó José Barta como músico invitado a la grabación.

"En un lugar de la marcha", se convierte en la consolidación definitiva como banda de culto de "Barón Rojo", y el reconocimiento general de todos los medios. Posiblemente, es también el disco con mayor repercusión mediática, en cuanto a televisiones, pues no sólo conlleva las actuaciones del año 1985 sino que durante todo el año 1986, continúan recorriendo programas televisivos, y canciones como "Breakthoveen", "Chicos del Rock", "El baile de los malditos", "Cuerdas de acero", "Caso perdido" e "hijos de Caín", son interpretadas tanto en directo como en playback en los distintos programas de televisión de la época. Además, como ya he comentado anteriormente, graban su primer videoclip para TVE con la canción "Caso perdido", para la serie de entretenimiento "Dinamo", del cual tuvieron el honor de ser el grupo que abanderó aquel ciclo de programas, lo que le reportó estar apareciendo constantemente en la televisión a través de los spot publicitarios de presentación de dicho programa. No olvidemos que los españoles sólo teníamos en ese momento 2 cadenas de televisión, por lo que España entera, casi de manera obligada, tuvo que atiborrarse de Barón Rojo.

En definitiva, un grandísimo disco que hoy recordamos por cumplir 40 años de historia.

Larga vida al Barón Rojo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario